miércoles, 8 de septiembre de 2010

"El espejo de los espías", de John Le Carré


Sigo recuperando a Le Carré. Después de publicar en 1963 “El espía que surgió del frío”, la obra que supone para el autor el paso del escritor de novelas de misterio al especialista en el género de espías, Le Carré publica en 1965 su cuarta novela, “The looking-glass war”, traducida en España como “El espejo de los espías”. A diferencia de la anterior, el libro no consigue mucho éxito pese a ser un retrato absolutamente realista del mundo de la inteligencia y los servicios secretos.


La novela cuenta la historia de una organización o agencia del gobierno británico, sin un nombre específico, conocida como “El Departamento”, que proviene de la época de la Guerra Mundial donde sí que jugó un papel importante contra los nazis con una red de agentes en el terreno. La inercia y la burocracia han hecho que la agencia perviviera en el tiempo dedicada a tareas más administrativas y burocráticas y se quedara atrás frente a la expansión de la línea principal de la inteligencia británica en esa época, el Circus, dirigido por “Control” y con la progresiva mayor presencia y dedicación de Smiley.

Por circunstancias, el Departamento se encontrará con algunas evidencias débiles y bastante precarias de que los rusos están queriendo instalar misiles en Alemania Oriental, cerca de la frontera. En plena guerra fría, con la crisis cubana todavía reciente, los viejos espías creen que ha llegado la oportunidad de recuperar su protagonismo y empiezan a preparar una misión en secreto, sin informar a los primos del Circus.

Para ello, reactivarán a uno de sus agentes de la segunda guerra mundial, Fred Leiser, un polaco afincado en Inglaterra, para que se infiltre en la frontera y les proporcione la información. A partir de ese momento asistimos al entrenamiento del agente, con una descripción realista de los métodos y técnicas empleadas en la época, pero también con una pizca de ironía británica por parte del autor, al poner en evidencia los métodos anticuados del Departamento. Al final y no sigáis leyendo si no queréis saber como acaba, Leiser cruzará la frontera, pero toda la operación se convertirá en un desastre, pues tendrá que matar a un guardia y a partir de ahí, la falta de dominio del terreno y lo anticuado de los sistemas de comunicación le pondrán al descubierto de inmediato. El Circus, que pese a todo estaba al tanto de la operación, la encubrirá y abandonará a Leiser a su suerte.


Como siempre en Le Carré lo más importante es el factor humano, las relaciones entre las personas y sobre todo, la motivación, el análisis de las causas profundas por las que la gente hace lo que hace, en especial cuando se trata de situaciones personales que rozan límites de riesgo o compromiso. El autor siempre maneja con maestría la dialéctica entre la Historia con mayúsculas y las vidas cotidianas que forman parte de esa historia, las vidas minúsculas de los que a veces acaban siendo héroes o villanos en la misma, y en ocasiones incluso pueden modificar su curso, aunque en este último aspecto también la visión de Le Carré es pesimista o escéptica.

Aunque no es la novela más entretenida del autor, se deja leer y desde luego es imprescindible para conocer el funcionamiento de los servicios secretos de la época y el clima en que actuaban. Pese a que Smiley también aparece en el libro, juega apenas un papel secundario.

Sólo para fanáticos de Le Carré como yo.

4 comentarios:

Isabel Barceló Chico dijo...

Ja, ja, fanático. Debo reconocer que las novelas de espionaje no han sido nunca mis favoritas. Con todo, en su momento - hace ya un puñadito de años - me leí los famosos de Le Carré. Pese a que me gustaron razonablemente, no consiguieron hacer de mi una aficionada al género. Para mí una novela genial es de la Green "Nuestro hombre en la Habana". Besos, querido amigo.

Susana Peiró dijo...

Ahhhhhh, Piacere!!!!

Sí Amigo, siga recuperando a Le Carré y yo seguiré como niña chica, embelesada!

Digamos que la crítica puede maltratar a gusto, ignorar, lo que fuere, estas novelas, no me atañe. Le Carré recrea como pocos ese escenario, lo conoce de primera mano y como muy bien apuntás, las personas y sus motivaciones (factor humano)son trabajadas con excelencia.

Lo maravilloso: No he leído "El espejo de los espías" Já...será mío o de nadie!

Un fuerte Abrazo y Muchas Gracias!!!

Goizeder Lamariano Martín dijo...

No he leído nada de este autor y no creo que lo haga, al menos de momento, porque las novelas de espías no me han atraído nunca, ya se sabe, para gustos están los colores. Un abrazo.

Cuéntate la vida http://cuentatelavida.blogspot.com

Carmina dijo...

Me gusta Le carré siempre termino rendida a sus pies, sera que no habré cogido ninguna de sus novelas más flojas y eso ya lo llamo suerte, o sera que no soy nada objetiva con el autor, que puede que sea lo más probable. ESta no la he leido, pero como tu, de vez en cuando lo recupero