miércoles, 30 de septiembre de 2009

"Soria Moria", de Espido Freire



Isabella de Betancourt y Dolores Hamilton son dos adolescentes pertenecientes a la alta burguesía británica instalada en Tenerife a finales del siglo xix. Su vida ha transcurrido apacible y regalada, con el único objeto de casarse y perpetuar con su matrimonio el juego de alianzas e intereses que han diseñado para ellas sus mayores.La llegada a la isla de Scott y Thomas, dos muchachos de su edad, cambiará sus vidas y les hará enfrentarse por primera vez con las rígidas normas sociales de sus familias y de su clase. En vano tratarán de refugiarse en Soria Moria —un lugar mítico de los cuentos nórdicos, a salvo del tiempo y de la muerte—, pero ya ha pasado el momento de la imaginación y de los juegos infantiles, y la realidad se impone con la llegada de la edad adulta. Y por si eso fuera poco, el año 1914 está a punto de comenzar, y con él una guerra de proporciones hasta entonces desconocidas…



Hasta aquí la transcripción de la contraportada del libro. Un comienzo prometedor, resuelto a mi gusto, a medias. No había leído hasta ahora casi nada de Espido Freire. Y me he encontrado con una buena escritora, que sabe plantear una situación interesante, creando un ambiente propio casi de la novela romántica inglesa, a la que le falta sin embargo un punto de elegancia y un cierto dominio del lenguaje.

Hay partes de la historia bien apuntadas, como todo lo que hace referencia a Soria Moria, ese lugar mágico, proveniente de uno de los cuentos clásicos de la tradición literaria noruega, en el que se refugian los adolescentes huyendo aún de la madurez. Y también el ambiente opresivo de la época, y el juego de las presiones familiares y las estrategias de noviazgo-matrimonio, como elementos fundamentales de la progresión social.

Pero a la vez, hay algún exceso argumental, tal vez innecesario. La muerte de la niña, por ejemplo, sería más propia de la tradición gótica que de la romántica, y creo que distorsiona todo el resto de la historia, precisamente porque no parece tener consecuencias. O la completa inexistencia de los personajes masculinos.



Ilustración de Soria Moria


Es evidente que Espido Freire no es Jane Austin (espero que ella tampoco se lo crea), pero si se acepta ese principio fundamental, Soria Moria acaba siendo una bonita y triste historia, de una escritora interesante.


A la versión inglesa del cuento original noruego: "El castillo de Soria Moria": http://www.surlalunefairytales.com/authors/asbjornsenmoe/soriamoriacastle.html

viernes, 25 de septiembre de 2009

"Vida y destino", de Vasili Grossman




Como decía Antonio Muñoz Molina en un comentario publicado en "El País", las grandes novelas son para el verano. Así que, casi justo con el final del verano y apenas antes de la entrada de este otoño que se anuncia como todos, a la vez triste y maravilloso, acabé por fin de leer la famosa novela de Grossman.

Dado que poco se puede añadir a lo mucho que se ha escrito sobre esta novela, dejo al final unos cuantos enlaces a varias reseñas de verdad interesantes y que vale la pena leer. Yo apenas voy a añadir algunas reflexiones personales.

La primera, como lector. Me he sentido muy bien al acabarla, porque es evidente que el mundo se divide entre los que han leído (y acabado) "Vida y destino" y los que no. Aunque esto es broma, sí es cierto que he tenido la sensación a veces de que era la típica novela que había que leer, novela objetivo, meta, criba de lectores serios y de lectorcillos de novela negra y demás zarandajas. Y esto a mí siempre me produce una enorme rebeldía, ya que defenderé siempre, que en lectura como en muchas otras materias no obligadas, la única guía que vale es la del placer de leer, el disfrutar con lo que se está leyendo o escuchando.

Dicho esto, pues, debo añadir que si he acabado el libro es porque realmente merece la pena. Es una de las mejores novelas que he leído en estos últimos años. Auténtica novela río, es un libro que arrastra pero no absorbe. Salvo algunos fragmentos magistrales, en los cuales no puedes parar de leer, el resto tiene un ritmo desigual, y a veces se hace demasiado lento. La excesiva fragmentación de la historia, de los personajes, de las situaciones, a veces también le hace perder la fuerza narrativa. Es por tanto, un libro difícil. Y a veces duro. Pero a la vez, tiene una fuerza tal, que pese a todo te lleva a no tirar la toalla. A descansar y combinarlo si hace falta con otras lecturas, pero acabar volviendo porque la intensidad del libro es apasionante. Por un lado, el momento histórico concreto, el período que se centra en la batalla de Stalingrado. Y por otro, el análisis y disección del nazismo y del estalinismo, y en particular de este último. Respecto al primero la aproximación es más tangencial, excelente, pero centrándose en los aspectos ya más duros del mismo. Por el contrario, la narración de la vida en la Unión Soviética es muchísimo más personal, interiorizada. Está contada con la profundidad de haber sido protagonista y desde el desencanto más terrible.

Hay historias imprescindibles, y ya seguro inolvidables: el episodio de la cámara de gas, narrado desde dentro; la historia de la casa 6/1; el encarcelamiento de Krimov, auténtico proceso en mejor tradición kafkiana; la evolución y contradicciones del científico Shtrum; la carta de su madre desde el gheto y el campo de concentración; la historia de Zhenia y su relacion con Novikov y con Krimov. Es curioso, pero a medida que estoy escribiendo me vienen a la cabeza más y más historias. Por ejemplo, las breves apariciones en escena del propio Hitler y Stalin, me parecen magistrales. O también la recreación del ambiente de sospecha permanente, de miedo a la delación, de autorepresión interiorizada que significó el estalinismo. Las relaciones entre los comisarios políticos y los militares, el conflicto permanente entre el poder político, la autoridad, y la propia racionalidad de las decisiones. Magistral la escena en que Novikov retrasa ocho minutos la salida de sus tanques para destruir un punto peligroso y evitar víctimas, es felicitado en público y delatado inmediatamente por desobediencia.

Creo que todos estos puntos, y muchos otros que me dejo, pero que me van viniendo a la cabeza a medida que escribo, hacen que sea una de las mejores novelas que he leído últimamemente, y que pueda recomendarla sin ninguna duda.

Y al final, Grossman deja la sensación última, de que aún en medio de la guerra más terrible, de la represión, de la tristeza, del dolor, del hambre, al final siempre hay un hueco a la esperanza y a la confianza en el ser humano.


Me ha parecido especialmente interesante la historia del manuscrito, que recoge en parte la Wikipedia:

"Después de que Grossman presentara el manuscrito para su publicación en la revista Znamya, la KGB asaltó su apartamento. Fueron confiscados los manuscritos, copias en papel carbón, cuadernos de notas, así como las copias mecanografiadas e incluso las cintas de máquinas de escribir. Siendo la época del deshielo jrushchviano post-estalinista, Grossman escribió a Nikita Jrushchov: 'Le pido que devuelva la libertad a mi libro, pido que mi libro se discuta con editores, no con los agentes de la KGB. ¿Qué sentido tiene que yo sea físicamente libre cuando el libro al que he dedicado mi vida es arrestado?... No renuncio a él... Pido libertad para mi libro.'

El 23 de julio de 1962, el jefe ideológico del Politburó Mijaíl Súslov dijo al escritor que de publicarse, el libro haría más daño a la Unión Soviética que el Doctor Zhivago de Pasternak. Suslov notificó a Grossman que su novela no podría publicarse en al menos doscientos años. El comentario pone en evidencia tanto la presunción del censor, como el reconocimiento de la perdurabilidad del valor literario de la obra. Grossman murió en 1964, sin saber si su novela alguna vez sería leída por el público. Se publicó finalmente en 1980 en Suiza con la ayuda de disidentes soviéticos: Andrei Sajarov en secreto fotografió páginas del borrador conservadas por Semión Lipkin, y Vladímir Vóinovich consiguió sacar a escondidas las películas al extranjero. Cuando Mijjaíl Gorbachov inició su política de glásnost, la novela fue finalmente publicada en territorio ruso en 1988 en la revista Oktyabr y en forma de libro."

Hay muchas reseñas excelentes en la red. Os dejo dos buenos enlaces que me han gustado especialmente:



http://www.labitacoradeltigre.com/2007/12/13/vida-y-destino/


Y dejo otro enlace a la página del historiador inglés Antony Beevor, y en concreto a su obra "Un escritor en guerra: Vasili Grossman en el ejército rojo, 1941-1945". Beevor utilizó en gran medida los testimonios y notas del propio Grossman para escribir su excelente libro sobre "Stalingrado":

miércoles, 23 de septiembre de 2009

"Verano en el lago", de Alberto Vigevani


"Chi è stato, anzitutto, Alberto Vigevani? Non posso che rispondere: un poeta, anzi: un poeta che ha scritto romanzi"

Este es otro delicioso librito de Editorial Minúscula. Alberto Vigevani (1918-1999) es un extraordinario escritor y editor milanés, apenas conocido y editado en España. Amigo de gentes como Calvino, Einaudi o Mondadori, esperemos que esta primera muestra de su escritura anime a nuevas ediciones en el futuro. Y como recojo en la frase inicial, Vigevani es por encima de todo un poeta, un poeta que ha escrito novelas.

Como escribe Vigevani en las páginas finales del libro, "El verano había sido distinto a los anteriores : las últimas vacaciones de la infancia."

Este "Verano en el lago", transcurre por supuesto en el lago Como, el lago elegante y plácido de los milaneses, y es de nuevo, como tantas otras obras, un relato de fin de infancia y despertar de la adolescencia. De tránsito del paraíso infantil al inicio de los deseos y de la irrupción de todas las dudas y los interrogantes sobre la propia vida. Y por supuesto , del inicio de la presencia del amor, aún en formas inmaduras, mezcla de puro deseo y de enamoramiento platónico, admirativo, y también de nuevas formas de amistad pero también de soledad. En este caso, en forma incipiente la atracción sexual con la criada Emilia y el amor bucólico, platónico, con la madre de Andrew.


Pero sobre todo, lo que hace memorable este "Verano en el lago" es la elegancia de su escritura. Tanto en la descripción de los personajes como en la delicadeza en la expresión de los sentimientos. Por no hablar de la perfecta descripción de los paisajes, que reflejan una placidez y belleza absolutamente perfectas.


No es fácil seleccionar fragmentos que hagan justicia a lo que querría decir, pero a lo mejor algunas frases, que ni siquiera estoy seguro de que sean las más adecuadas, pueden dar alguna idea de ese estilo pausado y elegante:

"Estaban todo el día juntos. El cielo era ahora de un azul delicado."
"Apenas retenía de todo ello impresiones, imágenes bellas: los fuegos, las luces despertaban en su ánimo la ávida aspiración a formas serenas, a encantos sin peso, a un viento limpio que barriera la confusión del verano, las ambiciones insatisfechas, la languidez de los ojos negros de Emilia. Le hacía compañía la barca: ligera y pintada de blanco, el palo esbelto, las poleas tensando las jarcias, a Giacomo le parecía el espejo empequeñecido de sus deseos, mientras se balanceaba en la ola que una motora arrojaba contra el espigón del Lido. Contemplaba el esforzado afán del agua en el fondo de cantos grises, entre los cuales, palideciendo, se afilaba alguna esquirla de ladrillo. Lo sacaban así de su ensimismamiento el grito de un niño, una llamada, las explosiones de un motor fueraborda. En la curva del paseo, tras las frondas de los tilos, aparecía la proa de una embarcación blanca que doblaba hacia la otra orilla, dejando una estela que se cerraba poco a poco."

"Las manchas de los árboles se alargaban, perezosas aún, sobre la hierba."

"El lago estaba claro, tenues luces acariciaban los jardines, las cortinas festoneadas de las villas; penetraban por entre las copas de los pinos en las pendientes con bancales; repiqueteaban en los cristales de los grandes invernaderos que parecían pabellones, con los armazones de hierro pintados de blanco y los tejados adornados con agujas. Sobre Bellagio corrían nubes indolentes."

"De las vacaciones guardaba impresiones tan vivas que no parecían formadas por recuerdos, sino ventanas de luz abiertas al futuro."

Para acabar, me gustaría señalar en especial la excelente traducción de Francesc Miravilles, que ha sabido mantener o incluso quién sabe, mejorar, la dulzura del texto original.



Links: Al a página sobre el autor en la wikipedia, en italiano: http://it.wikipedia.org/wiki/Alberto_Vigevani

sábado, 19 de septiembre de 2009

"Violetas de Marzo", de Philip Kerr







En primer lugar, y como he visto avisar a algún otro colega, que conste en acta que no tengo ninguna relación con RBA. Aunque tendré que empezar a plantearme si les pido comisión. El caso es que después de Ross Macdonald, el número cuatro de la colección Serie Negra era "Los unos y los otros" de Philip Kerr. Y como resulta que ese título es la cuarta parte de la denominada Tetralogía de Berlín, ciclo de novelas basada en la figura de Bernard Gunther, decidí empezar por el principio. Sobre todo porque las referencias eran buenas. Además, la editorial acabó otorgando el III Premio Internacional de Novela Negra la semana pasada, a un nuevo libro del autor, que ha resultado ser la sexta entrega (sic) de la citada Tetralogía.


"Violetas de marzo" es pues, el primer libro de la serie de Gunther, un detective privado que vive y trabaja en el marco de la Alemania nazi. El título hace referencia a todos aquellos que se subieron al carro del Partido Nacionalsocialista a partir de la toma del poder, arribistas interesados que como tantas veces sucede, superaron en entusiasmo y crueldad a los propios afiliados iniciales, aunque sólo fuera para no resultar sospechosos. La investigación de un robo y de la desaparición de la hija de un poderoso industrial, dará pie a una historia complicada, en el que se mezclan la Gestapo, las SS, los Juegos Olímpicos, las complejas relaciones entre los poderosos (Goering, Himmler, Heydrich), los campos de concentración, las mafias, etc,... Todo ello en el marco de un Berlín magníficamente descrito, en el que se percibe un excelente y profundo trabajo de documentación.


Sin embargo, el resultado final es contradictorio para mí. Por un lado, debo reconocer que me lo he pasado bien leyéndolo. Está bien construido y se lee rápido, porque la historia atrapa enseguida. Además, el marco de la ciudad es apasionante, sobre todo cuando Berlín es otra de mis ciudades favoritas, sobre la que algún día tendré que volver. Y más en ese momento histórico.


Por contra, el personaje es excesivo, poco creíble, pese a los intentos de Kerr para justificar su periviencia. Acaba siendo un Marlowe pasado de rosca, que en la Alemania nazi real no hubiera durado dos telediarios. Y al sentido del humor de Kerr le falta la brillantez de Chandler. En conjunto, al menos esta primera entrega, no me ha resultado sólida.


Pese a ello, y precisamente por lo que decía antes, (la facilidad de lectura y el marco en el que se ambientan), creo que voy a intentar leer el resto de la tetralogía. Ya os contaré. Aunque en este caso, especialmente, me gustaría conocer más opiniones, sobre este libro y sobre el resto de la obra de Kerr. ¿Está sobrevalorado?. ¿El Premio os parece merecido, o es sólo autopromoción de la editorial?.








martes, 15 de septiembre de 2009

"El martillo azul", de Ross Macdonald



Hammett, Chandler, Macdonald. El triunvirato de la novela negra. El primero, el creador o casi del género de detectives. El segundo, un clásico entre los clásicos. Tal vez, el que marca el tono definitivo. Y el tercero, la madurez, sin tanta dureza como en Hammett y con menos sarcasmo que en Chandler, pero igual de profundo y de atractivo. Lew Archer, el más duradero de los detectives, ecologista, desengañado, psicólogo. El detective triste.

Si al hablar de Burnett me atrevía a decir que, al menos para mí, había envejecido mal, todo lo contrario me ha ocurrido con Macdonald. Releer al cabo de los años "El martillo azul" ha sido un placer, que lo único que hace es darme ganas de buscar en los desvanes, al fondo del tercer nivel de alguna de mis estanterías, no sé muy bien donde, pero seguro que están ahí, porque seguro que no los he podido tirar, de ningun manera, ni perder en algún traslado, ni prestar, ni nada de nada, de recuperar decía, "El hombre enterrado", "El caso Galton" o "La bella durmiente".


"The blue hammer" es la última novela escrita por Ross Macdonald, donde un Lew Archer ya sesentón vuelve a intervenir, como casi siempre, en una historia de familia. La búsqueda de un cuadro robado, hará que como en gran parte de sus novelas, descubramos los secretos enterrados del pasado, que van aflorando de una forma casi natural, casi como si el detective, más que de investigador, actuará de gran psicoanalista, y lo único que necesitará fuera ir de un lado a otro, para propiciar que los distintos actores, se decidieran de una vez a aflorar sus viejos demonios interiores.


Me ha gustado especialmente la figura de un Archer desencantado, que pese a todo es capaz de nuevo de enamorarse. Quizás porque el tono de su desencanto no es el de la impotencia, sino el de una dignidad humilde, que además prácticamente ha renunciado a juzgar. Pero no ha renunciado a la esperanza.



He recogido algunas frases de la novela, por dar una idea del tono general, pero ni de lejos reflejan la intensidad de la obra. Para mí, sin duda, Macdonald es uno de los grandes y hablo de la literatura, no sólo de la novela negra.



Así, frente a las dudas sobre la búsqueda de sí mismo, sobre el conflicto permanente entre introspección y acción:


"Estaba muy cansado y me dejé atrapar por las preguntas y, de pronto, descubrí que me inquietaban. Eran los mismos interrogantes que yo me había formulado, aunque nunca precisamente en esos términos. Después de todo, quizás la verdad que yo estaba buscando nada tenía que ver con el mundo. Había que subir a la montaña y esperarla, o encontrarla en uno mismo.


Pero en el mismo momento en que temporalmente consideraba la idea, miraba las luces de Copper City, enmarcadas por la entrada del cañón, y planeaba lo que haría a la mañana siguiente."

O sobre su profesión:


"Yo elegí esta profesión, o ella me eligió a mí. Me obliga a bucear en el dolor humano, pero no quiero cambiar de trabajo."



O sobre la presencia permanente del pasado:


"Mientras avanzábamos por el sendero, y nos hundíamos en las sombras vespertinas de la casa, sentí el peso del pasado como una atmósfera muy densa que me impedía respirar."


Pero especialmente me ha gustado este último párrafo, que además es el que da sentido al título del libro, y que es un auténtico canto a la esperanza y a la voluntad de vivir. Es el final del penúltimo capítulo, pero merecería ser el final del libro y el final de su obra.



"Betty bostezó y volvió a dormirse. Permanecí despierto y contemplé su rostro, que empezaba a perfilarse en la lenta alborada. Un rato después pude ver el pulso azul y regular de su sien. El latido del martillo silencioso que significaba que aún vivía. Confié en que el martillo azul jamás se detuviera."





Links: Para quien quiera profundizar en la obra de Ross Macdonald, os dejo un enlace excelente que he encontrado en la red y que me ha gustado especialmente. A veces no vale la pena añadir mucho a lo que han escrito otros, sobre todo cuando lo hacen mejor que uno mismo.




http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Santullo/MacdonaldRoss.htm








sábado, 12 de septiembre de 2009

"La Valencia judía", de Marilda Azulay y Estrella Israel


El pasado domingo 6 de septiembre fue la X Jornada Europea de la la cultura judía. Con ese motivo se realizaron actividades en la mayor parte de ciudades españolas en las que se mantienen huellas visibles de dicha cultura. Valencia no es una de esas ciudades, ya que prácticamente no quedan huellas de la antigua judería. Sin embargo, y pese a ello, una asociación cultural, La Javura, organizó una visita por Ciutat Vella, que me sirvió para redescubrir algunos lugares por los que paso frecuentemente sin mirar, o mejor sin ver. Así es como uno descubre, por ejemplo, que en las paredes de la Basílica de la Virgen hay antiguas lápidas romanas integradas en la fachada principal que me habían pasado completamente desapercibidas. El paseo incluyó una visita guiada además, al Museo de la Almoina, que no había visitado aún, lo cual resulta aún más imperdonable porque en su día participé en alguna medida, en su financiación. Aprovecho para decir que me parece magnífica la intervención realizada y el proyecto museístico, ya que permite una lectura excelente de la fundación de la Valencia romana y de los restos hallados en la zona. No me gusta tanto la solución arquitectónica del edificio del museo y la zona acristalada con agua, porque en lugar de permitir la visión de los restos, los oculta. Pero una vez entras, el museo es excelente. Debería formar parte obligada de cualquier visita a la ciudad y debería dársele muchas mayor publicidad e importancia.

Volviendo al inicio, el caso es que el recorrido si que incluyó una visita a los límites aproximados de lo que fué la Valencia judía, y sirvió para situar de una forma física la ubicación del barrio y de sus principales hitos. Debo confesar que siempre he tenido una debilidad especial por la cultura judía y la visita me pareció muy interesante. Para profundizar un poco más, he leído estos días (no exhaustivamente, que tampoco hace falta), un libro muy interesante, publicado en este año 2009 por el Consell Valencià de Cultura, con ese mismo título, "La Valencia judía", escrito por dos personas (Marilda Azulay y Estrella Israel), de las que el libro contiene muy pocas refererencias. Las autoras, si bien no incorporan una investigación original propia, han hecho un gran trabajo de recopilación de información que estaba disponible, pero muy dispersa, y componen un fresco en el que aparece una presencia mucho mayor de la habitualmente esperada o conocida.

Como dicen las autoras, la judería de Valencia es uno de los sectores que mayor transformación ha experimentado en la estructura de la ciudad, pues a la desaparición de su población y de sus modos de vida, se añadió la desaparición primero física del espacio urbano y después casi de su pervivencia en el propio plano de la ciudad, de forma que se borraron todo los restos de una cultura y de una memoria, lo que supone sin duda, una pérdida de gran valor. Por eso me parecen importantes estos intentos de restituir la presencia cultural judía, así como en otros casos la musulmana, porque nos ayudan a entender lo que fue en algunos casos, ejemplo de convivencia, y en otros, de conflicto y de intolerancia.





El libro contiene por ejemplo, planos de ubicación de la Judería, en las distintas etapas históricas, recogiendo primero su expansión y después su contracción ante la presión social y el avance de la ciudad cristiana. Recojo aquí dos planos de lo que fué su primera etapa , hasta el siglo XIII, en los que se puede ver claramente la ubicación de las dos Sinagogas principales en el entorno de la actual Calle del Mar, y hacia la zona de la Universidad Vieja, en la que se ubicó la judería a lo largo de toda su existencia. Me han parecido muy interesantes algunas curiosidades, como por ejemplo, el hecho de que el Rey Jaime I recibiera ya a la comunidad judía el mismo día de la conquista de la ciudad, el 9 de Octubre del año 1238, lo que pone de manifiesto la importante presencia judía en ese momento. Pero en particular, resulta especialmente apasionante la reconstrucción de los "progroms" de julio de 1391, que llevaron al cierre del barrio y a la casi total destrucción de su población. Pese a la parcial reconstrucción posterior, esta fecha marca el inicio de su decadencia, que culminaría con la expulsión de 1492.


Reproduzco un fragmento de un testimonio del asalto a la judería, reproducido en el libro, y cuya fuente original es un artículo de Francisco Danvila:

"Viernes á 21 del mes de Julio año de la natividad del señor, 1391. En la corte de Justicia criminal y ante la presencia de En pedro de Luza, letrado asesor de su Señoría para hacer diligencias y averiguaciones sobre el robo y asalto a la Judería...

Compareció Juan Pérez de San jaime, antes Juceff Abarim, judío converso y requerido por el sobredicho En pero de Luza para que dijera lo que sepa, dice:

Que al mediodía poco menos del día 9 de Julio próximo pasado, hallándose el reclamante en su casa cerraron las puertas de la Judería con gran rumor y gritos de los judíos, y él cerró su puerta y antes de las tres asaltó el muro por el Valladar Viejo y por otras partes la gente de la ciudad y á pesar de tener la suya arreglada con fuertes y grandes clavos se la derribaron a golpes de viga y asaltaron su casa más de veinte hombres armados con espadas, palos y cuchillos, algunos tiznadas las caras y con capuces y enseguida rompieron y astillaron cajas, escritorios y armarios (...) Además dieron de cuchilladas en el cuello a su hermano Nachor que los repelió con una ballesta. Además aquellos malnacidos, sin temor de D-0s, forzaron á Lisa su sobrina, mujer de Isaar Lobín y á Sober, esclava y nodriza de su hijo. Además como el reclamante se quejara del daño y del gran escándalo recibido, el cabeza de los malhechores le apaleó hiriéndole en un brazo y detrás de la oreja.

Y requerido dijera si sabe ó quiere más y si conocía á los autores del asalto y forzadores de las mujeres, dice: Que por algunas palabras y por una empresa de oro que llevaba uno de los tiznados sospecha de cierto hombre de condición, pero que no puede asegurarlo.

Y requerido si sabe ó quiere más, dice que no sabe ni quiere más".

Un libro excelente, con algunas dificultades de escritura, pero apasionante para entender la historia de esta ciudad, que tantas veces olvida o desprecia su pasado.

viernes, 11 de septiembre de 2009

"La leyenda del santo bebedor", de Joseph Roth



Mientras avanzo lentamente por las páginas de "Vida y destino" (ya he cruzado el Rubicón), he leído en un par de ratos esta obrita legendaria de Joseph Roth, ubicada en el París de los 30.

Como dicen ahora en la red, 'atención, este post contiene spoilers', o sea, que si leéis hasta el final de esta nota, os puedo pisar el final de la novela. Y aviso además de que el prólogo de Carlos Barral, magnífico alegato a favor del alcohol y la bebida, revela también el desenlace, así que mejor leerlo como epílogo.


Moses Josep Roth fue un novelista y periodista nacido entre Austria y Ucrania en 1894, de origen judío. Falleció en París en 1939, adonde huyó exiliado a causa de la persecución nazi. Buen conocedor de la historia del imperio austrohúngaro, escribió sobre el mismo su obra más famosa, La marcha Radetzky. En el último año de su vida, en el París de preguerra, consumido ya por el alcohol y enfermo, pero cada vez más lúcido, como recoge en una frase que acompaña uno de sus retratos más conocidos, escribe esta pequeña novela, que tiene algunos elementos autobiográficos.




Die Legende vom heiligen trinker (La leyenda del santo bebedor) cuenta la historia de Andreas Kartak, un clochard que vive bajo los puentes del Sena y que recibe doscientos francos de un desconocido con la única obligación de devolverlos, cuando pueda, a la santa Teresita de Lisieux en la iglesia de Sainte Marie des Batignolles. El libro va contando los vaivenes del protagonista, que va de milagro en milagro y de taberna en taberna, en un ir y venir continuo que lo lleva varias veces a estar a punto de cumplir su compromiso, y que lo aleja una y otra vez, seducido por los placeres del buen beber, hasta un final sencillo y entrañable.

El relato tuvo una la versión filmada por el director Ermano Olmi: La Leggenda del santo bevitore, con Rutger Hauer (Blade Runner) de protagonista, que no he visto.

La novela acaba con una frase que se hizo muy popular como brindis:
"Gebe gott uns allen, uns trinkern, einen so leichten und shönen Tod. / Denos Dios a todos nosotros, bebedores, tan liviana y hermosa muerte."

Siendo una obra menor, tanto por su duración como por su contenido, es una historia preciosa que vale la pena recuperar.

Links: A una escena larga de la película, prácticamente el final, en inglés: http://www.youtube.com/watch?v=40W655AnIWU&feature=related

domingo, 6 de septiembre de 2009

"Las rosas de piedra", de Julio Llamazares



Julio Llamazares es para mí uno de los mejores escritores españoles actuales. Tengo un recuerdo inolvidable de libros como "Luna de lobos" o "Escenas del cine mudo". Pero en particular, me impactó enormememente "La lluvia amarilla", donde cuenta la historia del último habitante de Ainielle, un pueblo del Pirineo Aragonés.

Llamazares publica ahora lo que ha sido un empeño personal desarrollado a lo largo de caso siete años, y al que aún le quedan casi otros tantos para terminar: dejar memoria del estado actual de las catedrales de España, las rosas de piedra a las que alude el título. Tarea que posiblemente nadie pueda hacer mejor que un leonés, al que según confiesa, marcó profundamente su primera visita a la catedral, de la mano de su padre.

El libro, que constituye la primera parte del proyecto, abarca las catedrales de la mitad norte de España, y está estructurado en pequeños capítulos de unas 20-25 páginas. Empieza, como tal vez no podría ser de otra manera en un proyecto concebido como peregrinación laica, por la Catedral de Santiago de Compostela. El enfoque es el del libro de viajes, que en el estilo personal de Llamazares, va mucho más allá de la descripción artística o arquitectónica, ya que también nos presenta, en breves dialógos o pinceladas, buena parte del entorno de las iglesias. Paisaje y paisanaje. Y lo mejor, es que se nota el cariño hacia lo que se describe, hacia los mundos escondidos o refugiados entre las paredes de piedra.

No hace falta leerlo de un tirón, aunque se puede, porque está maravillosamente escrito. Puede que al contrario, como mejor se disfrute, es utilizándolo como verdadera guía de viaje, a modo de Rayuela itinerante, a pequeños retazos, leyendo el fragmento antes de entrar en cada catedral, y releyéndolo después. Doy fé de haberlo hecho este verano en Galicia, en Santiago y en Tui, (la literatura y la vida), y de que el libro ayuda a entender , mucho mejor que las guías oficiales, aquello que no se vé de entrada, el alma de la catedral y de la ciudad en la que se ubica.

Ojalá no se demore demasiado el segundo volumen.





Links: A una lectura curiosa sobre "La lluvia amarilla", y el fenómeno de peregrinación a Ainielle que ha generado la novela: http://www.serrablo.org/revista/127/una_lectura_de_la_lluvia_amarilla


A un resumen del libro y una entrevista con el autor: http://www.raultristan.com/2008/05/31/las-rosas-de-piedra-de-julio-llamazares/

jueves, 3 de septiembre de 2009

"La jungla de asfalto", de W.R.Burnett


Para descansar de los nórdicos pero seguir en clave negra, he empezado a leer, casi por orden de publicación, los títulos de la magnífica colección Serie Negra de RBA, en la que están publicando nuevos autores que valen la pena, y rescatando viejos libros difíciles o imposibles de encontrar. Ya he hablado del primer volumen de la serie, el de Camilleri, magnífico. Y del tercero, de mi viejo amigo Ross McDonald, espero hablaros pronto.


Entre ambos títulos nos encontramos con un clásico de la novela negra americana, "La jungla de asfalto", publicada en 1949, y llevada al cine el año siguiente por el maestro Huston. Recordaba haber visto la película hacía tiempo pero mi memoria era bastante difusa. Ni siquiera la imagen de Marilyn Monroe me era especialmente visible.


Leída ahora, y pese a reconocer que es una gran historia, me ha resultado dura. Ya he comentado alguna vez que hay libros que envejecen mejor que otros. Y en este caso, no sé si es el paso del tiempo o que estas historias de delincuentes no son el tipo de serie negra que más me interesa. Lo cierto es que no me ha gustado tanto como esperaba. En cualquier caso, es un clásico indiscutible, y la historia es muy buena. Tal vez sea el tono, el estilo de la narración lo que no me ha acabado de enganchar. Recomendable para fanáticos del cine negro, entre otras cosas, porque viendo las imágenes del trailer, me da la impresión de que hubiera disfrutado más de la película que de la propia novela.



Links: El libro incluye un magnífico prólogo de Jordi Canal, de la Biblioteca La Bóbila, una de las mejores bibliotecas y webs especializadas en novela negra en España, que reproduzco, entre otras cosas, porque aporta una visión mucho más entusiasta que la mía:


El otro link es al trailer de la película de Houston, en inglés:


PD: Cornelius nos pide en su blog que colaboremos para difundir el llamamiento de Amnistía Internacional para firmar contra las lapidaciones en Irán. Aquí está el enlace: