sábado, 12 de septiembre de 2009

"La Valencia judía", de Marilda Azulay y Estrella Israel


El pasado domingo 6 de septiembre fue la X Jornada Europea de la la cultura judía. Con ese motivo se realizaron actividades en la mayor parte de ciudades españolas en las que se mantienen huellas visibles de dicha cultura. Valencia no es una de esas ciudades, ya que prácticamente no quedan huellas de la antigua judería. Sin embargo, y pese a ello, una asociación cultural, La Javura, organizó una visita por Ciutat Vella, que me sirvió para redescubrir algunos lugares por los que paso frecuentemente sin mirar, o mejor sin ver. Así es como uno descubre, por ejemplo, que en las paredes de la Basílica de la Virgen hay antiguas lápidas romanas integradas en la fachada principal que me habían pasado completamente desapercibidas. El paseo incluyó una visita guiada además, al Museo de la Almoina, que no había visitado aún, lo cual resulta aún más imperdonable porque en su día participé en alguna medida, en su financiación. Aprovecho para decir que me parece magnífica la intervención realizada y el proyecto museístico, ya que permite una lectura excelente de la fundación de la Valencia romana y de los restos hallados en la zona. No me gusta tanto la solución arquitectónica del edificio del museo y la zona acristalada con agua, porque en lugar de permitir la visión de los restos, los oculta. Pero una vez entras, el museo es excelente. Debería formar parte obligada de cualquier visita a la ciudad y debería dársele muchas mayor publicidad e importancia.

Volviendo al inicio, el caso es que el recorrido si que incluyó una visita a los límites aproximados de lo que fué la Valencia judía, y sirvió para situar de una forma física la ubicación del barrio y de sus principales hitos. Debo confesar que siempre he tenido una debilidad especial por la cultura judía y la visita me pareció muy interesante. Para profundizar un poco más, he leído estos días (no exhaustivamente, que tampoco hace falta), un libro muy interesante, publicado en este año 2009 por el Consell Valencià de Cultura, con ese mismo título, "La Valencia judía", escrito por dos personas (Marilda Azulay y Estrella Israel), de las que el libro contiene muy pocas refererencias. Las autoras, si bien no incorporan una investigación original propia, han hecho un gran trabajo de recopilación de información que estaba disponible, pero muy dispersa, y componen un fresco en el que aparece una presencia mucho mayor de la habitualmente esperada o conocida.

Como dicen las autoras, la judería de Valencia es uno de los sectores que mayor transformación ha experimentado en la estructura de la ciudad, pues a la desaparición de su población y de sus modos de vida, se añadió la desaparición primero física del espacio urbano y después casi de su pervivencia en el propio plano de la ciudad, de forma que se borraron todo los restos de una cultura y de una memoria, lo que supone sin duda, una pérdida de gran valor. Por eso me parecen importantes estos intentos de restituir la presencia cultural judía, así como en otros casos la musulmana, porque nos ayudan a entender lo que fue en algunos casos, ejemplo de convivencia, y en otros, de conflicto y de intolerancia.





El libro contiene por ejemplo, planos de ubicación de la Judería, en las distintas etapas históricas, recogiendo primero su expansión y después su contracción ante la presión social y el avance de la ciudad cristiana. Recojo aquí dos planos de lo que fué su primera etapa , hasta el siglo XIII, en los que se puede ver claramente la ubicación de las dos Sinagogas principales en el entorno de la actual Calle del Mar, y hacia la zona de la Universidad Vieja, en la que se ubicó la judería a lo largo de toda su existencia. Me han parecido muy interesantes algunas curiosidades, como por ejemplo, el hecho de que el Rey Jaime I recibiera ya a la comunidad judía el mismo día de la conquista de la ciudad, el 9 de Octubre del año 1238, lo que pone de manifiesto la importante presencia judía en ese momento. Pero en particular, resulta especialmente apasionante la reconstrucción de los "progroms" de julio de 1391, que llevaron al cierre del barrio y a la casi total destrucción de su población. Pese a la parcial reconstrucción posterior, esta fecha marca el inicio de su decadencia, que culminaría con la expulsión de 1492.


Reproduzco un fragmento de un testimonio del asalto a la judería, reproducido en el libro, y cuya fuente original es un artículo de Francisco Danvila:

"Viernes á 21 del mes de Julio año de la natividad del señor, 1391. En la corte de Justicia criminal y ante la presencia de En pedro de Luza, letrado asesor de su Señoría para hacer diligencias y averiguaciones sobre el robo y asalto a la Judería...

Compareció Juan Pérez de San jaime, antes Juceff Abarim, judío converso y requerido por el sobredicho En pero de Luza para que dijera lo que sepa, dice:

Que al mediodía poco menos del día 9 de Julio próximo pasado, hallándose el reclamante en su casa cerraron las puertas de la Judería con gran rumor y gritos de los judíos, y él cerró su puerta y antes de las tres asaltó el muro por el Valladar Viejo y por otras partes la gente de la ciudad y á pesar de tener la suya arreglada con fuertes y grandes clavos se la derribaron a golpes de viga y asaltaron su casa más de veinte hombres armados con espadas, palos y cuchillos, algunos tiznadas las caras y con capuces y enseguida rompieron y astillaron cajas, escritorios y armarios (...) Además dieron de cuchilladas en el cuello a su hermano Nachor que los repelió con una ballesta. Además aquellos malnacidos, sin temor de D-0s, forzaron á Lisa su sobrina, mujer de Isaar Lobín y á Sober, esclava y nodriza de su hijo. Además como el reclamante se quejara del daño y del gran escándalo recibido, el cabeza de los malhechores le apaleó hiriéndole en un brazo y detrás de la oreja.

Y requerido dijera si sabe ó quiere más y si conocía á los autores del asalto y forzadores de las mujeres, dice: Que por algunas palabras y por una empresa de oro que llevaba uno de los tiznados sospecha de cierto hombre de condición, pero que no puede asegurarlo.

Y requerido si sabe ó quiere más, dice que no sabe ni quiere más".

Un libro excelente, con algunas dificultades de escritura, pero apasionante para entender la historia de esta ciudad, que tantas veces olvida o desprecia su pasado.

1 comentario:

Susana Peiró dijo...

Qué interesante Fab!
Mientras te leía, pensaba en lo maravilloso de vivir en un lugar con historia. Aquí y allá, los restos del pasado, como un recordatorio, un "ayuda memoria".

Un abrazo Estimado Amigo!