sábado, 17 de diciembre de 2011

"Tokio Blues (Norwegian Wood)", de Haruki Murakami


Después del libro anterior me animé por fin a leer el "Tokio blues". Ya comenté que por dos veces me había atascado en otras ocasiones. Esta vez no ha habido problemas y ha caído de un tirón, lo que pone de manifiesto una vez más la subjetividad del lector y como influyen los estados de ánimo y los intereses personales en cada momento. Dicho esto, tengo que reconocer que la novela me deja un sabor agridulce. Por un lado, la narración me atrapó y no pude parar de leer hasta el final. Pero por otro, reconozco también que me queda algo lejos esta historia de atormentados amores adolescentes. Ahora entiendo mejor las claves del éxito inicial de Murakami porque es normal que arrasara en su momento sobre todo entre el público juvenil. Pero me parece que su obra posterior es bastante más compleja que este "Tokio Blues". Y aunque se apunta la presencia de los elementos oníricos y surrealistas que aparecen en "Kafka en la orilla", están aún en fase muy tentativa. En consecuencia, tengo la sensación de haber hecho dos intentos fallidos con el autor, y que para juzgarle definitivamente tendré que atacar alguna obra más reciente.


"Toru Watanabe, un ejecutivo de 37 años, escucha casualmente mientras aterriza en un aeropuerto europeo una vieja canción de los Beatles, y la música le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de finales de los sesenta. Toru recuerda, con una mezcla de melancolía y desasosiego, a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor –y único– amigo de la adolescencia, Kizuki. El suicidio de éste les distancia durante un año hasta que se reencuentran en la universidad. Inician allí una relación íntima; sin embargo, la frágil salud mental de Naoko se resiente y la internan en un centro de reposo. Al poco, Toru se enamora de Midori, una joven activa y resuelta. Indeciso, sumido en dudas y temores, experimenta el deslumbramiento y el desengaño allá donde todo parece cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte. La situación, para él, para los tres, se ha vuelto insostenible; ninguno parece capaz de alcanzar el delicado equilibrio entre las esperanzas juveniles y la necesidad de encontrar un lugar en el mundo."



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