Para Asun, desde siempre
Hacía demasiado tiempo que no leía poesía.
Y volver a leerla es un síntoma de paz, de volver a la tranquilidad necesaria para saborear las palabras, para demorarme sin prisas en las frases, encontrar los ritmos y los ocultos sentidos del poeta. No me haré buenos propósitos ni falsas voluntades, pero si recupero la lentitud que debería, más allá de los largos aviones y los aburridos trenes, prometo volver. Beatus ille....
Para empezar, uno de los mejores poetas españoles vivos, Luis García Montero. Tenía por casa la edición de sus poema completos, y he disfrutado enormemente con sus versos, llenos de una intimidad comprometida. "Yo me conformo con tenerte a ti / y tener conciencia". Más que hablar de su poesía, os reproduzco dos poemas. No diré que elegidos al azar, pero sí que podría haber copiado muchos más.
El amor
"Las palabras son barcos
y se pierden así, de boca en boca,
como de niebla en niebla.
Llevan su mercancía por las conversaciones
sin encontrar un puerto,
la noche que les pese igual que un ancla.
Deben acostumbrarse a envejecer
y vivir con paciencia de madera
usada por las olas,
irse descomponiendo, dañarse lentamente,
hasta que a la bodega rutinaria
llegue el mar y la hunda.
Porque la vida entra en las palabras
como el mar en un barco,
cubre de tiempo el nombre de las cosas
y lleva a la raíz de un adjetivo
el cielo de una fecha,
el balcón de una casa,
la luz de una ciudad reflejada en un río.
Por eso, niebla a niebla,
cuando el amor invade las palabras,
golpea sus paredes, marca en ellas
los signos de una historia personal
y deja en el pasado de los vocabularios
sensaciones de frío y de calor,
noches que son la noche,
mares que son el mar,
solitarios paseos con extensión de frase
y trenes detenidos y canciones.
Si el amor, como todo, es cuestión de palabras,
acercarme a tu cuerpo fue crear un idioma."
Cabo Sounion
"Al pasar de los años,
¿qué sentiré leyendo estos poemas
de amor que ahora te escribo?
Me lo pregunto porque está desnuda
la historia de mi vida frente a mí,
en este amanecer de intimidad,
cuando la luz es inmediata y roja
y yo soy el que soy
y las palabras
conservan el calor del cuerpo que las dice.
Serán memoria y piel de mi presente
o sólo humillación, herida intacta.
Pero al correr del tiempo,
cuando dolor y dicha se agoten con nosotros,
quisiera que estos versos derrotados
tuviesen la emoción
y la tranquilidad de las ruinas clásicas.
Que la palabra siempre, sumergida en la hierba,
despunte con el cuerpo medio roto,
que el amor, como un friso desgastado,
conserve dignidad contra el azul del cielo
y que en el mármol frío de una pasión antigua
los viajeros románticos afirmen
el homenaje de su nombre,
al comprender la suerte tan frágil de vivir,
los ojos que acertaron a cruzarse
en la infinita soledad del tiempo."
Links: A la página oficial de García Montero: http://www.luisgarciamontero.com/
PD: Esta entrada debería haber salido el día 14 o 15, pero la red a veces es incontrolable.
2 comentarios:
Me has presentado a Luis García Montero, y ha sido un placer.
Es difícil decir por qué elegimos un poeta o no. Allí están sus palabras, su mensaje, nosotros y el tribunal del momento: nuestros sentimientos.
Voy por más de este hombre.
Muchas Gracias Fab! Un abrazo!
A mí me lo has recordado.
Nos elegimos a un poeta: su poesía no elige a nosotros. En sus palabras vemos reflejadas las que son nuestras y no encontramos. Su dolor es el nuestro... y, por eso, a veces lo olvidamos.
Recuperada de mi desamor, vuelvo a García Montero. Porque cuando el amor se va... nos quedan las palabras.
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