sábado, 4 de septiembre de 2010
"La pirámide", de Henning Mankell
Última entrega en principio de la serie Wallander. Mankell la publica en 1999 como broche del ciclo, como epílogo final por un lado y a modo de prólogo también, porque las cinco historias que componen el libro transcurren realmente antes del inicio de la serie, antes de "Asesinos sin rostro". Sirven para completar la biografía previa del comisario y sus relaciones familiares y para completar algunas referencias permanentes que aparecían en otros de los títulos de la colección: por ejemplo, el famoso viaje a Egipto del padre, al que tiene que ir a rescatar, y la cuchillada que casi le cuesta la vida y a la que siempre hace referencia Wallander con la frase ya clásica de que hay un tiempo para vivir y un tiempo para morir. Lo menos creíble de esta reconstrucción es la relación con su mujer, mucho peor construída en todo el ciclo que las vinculaciones con su padre y con su hija.
Mankell escribe en el prólogo una de sus frases más famosas;
“Hasta que no terminé de redactar la octava y última parte de la serie sobre Kurt Wallander (Cortafuegos), no caí en cuenta de cuál era el subtítulo que, en vano, había estado buscando para ella sin cesar. Una vez que todo lo relativo a Wallander o, al menos, la mayor parte, pertenecía al pasado, comprendí que ese subtítulo debía ser, lógicamente, Novelas sobre el desasosiego sueco.”
Aunque las historias cortas de "La pirámide" hablan más de la vida de Wallander que en otras ocasiones, el trasfondo es siempre el mismo que obsesivamente ocupa al autor. ¿Cual es el futuro de la sociedad sueca, del paraíso socialdemócrata construido a lo largo de generaciones y a cuyos síntomas de deterioro hemos ido asistiendo a medida que también envejecía el comisario y que hemos acabado de leer en el sinfín de nuevos autores que han crecido a su sombra?. Mankell apunta siempre más preguntas que respuestas, transmitiendonos precisamente su desasosiego, utilizando una palabra que sin duda proviene de su contagio con la cultura portuguesa con la que convive en Mozambique. Imposible no acordarse del "Libro del desasosiego", de Pessoa. Tal vez su respuesta haya sido precisamente esa apertura a Africa, a otros mundos y otras culturas.
El libro, sin duda, imprescindible, aunque tal vez sólo para fanáticos.
Como es sabido, diez años después, Mankell ha retomado al personaje y ha publicado una nueva novela: "El hombre inquieto". Debo reconocer que me da miedo empezarla, por si me defrauda. Así que dejaré pasar un cierto tiempo, al menos que salga en bolsillo, por ejemplo, para leerla.
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1 comentario:
Cada vez más gente, incluido tú, me habéis recomendado leer a Mankell. A ver si busco algún libro suyo en la biblioteca y le doy una oportunidad. Un abrazo.
Cuéntate la vida http://cuentatelavida.blogspot.com
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