lunes, 22 de septiembre de 2008

"Navegación a la vista", de Gore Vidal



Uno de los libros que leí este verano y sobre el que no había tenido tiempo de escribir es "Navegación a la vista", la segunda parte de las memorias del escritor americano Gore Vidal. Repaso por encima el libro para preparar estas notas y vuelvo a disfrutar con su frescura y mordacidad.


Por las páginas del libro pasan escritores, políticos, directores de cine. Tennesee Williams, Paul Bowles, Saul Bellow, Italo Calvino, Federico Fellini, Grace Kelly, Greta Garbo, Rudolf Nureyev, los Kennedy,.....Además, el libro es una bella historia de amor hacia el que fué su compañero durante más de cuarenta años, Howard Austen, fallecido en 2003.


Vidal vivió durante muchos años en Roma, en Via Giulia y en Largo Argentina, antes de comprar una casa en Ravello, en la costa amalfitana. Durante el rodaje de "Roma de Fellini", en 1972, después de algunos incidentes de rodaje derivados de la peculiar personalidad de Fred (como él llamaba a Federico Fellini), y preguntado sobre ¿Por qué vives en Roma?, Vidal contestaba: "Qué mejor lugar para contemplar el fin del mundo que una ciudad que se llama a sí misma eterna." El libro está también lleno de anécdotas sobre la ciudad y sus gentes. Sólo por eso ya valdría la pena, pero sus Memorias van más allá y son francamente divertidas.


Por cierto, el título original me gusta más, "Point to point navigation" y creo que podría haberse traducido literalmente, porque da una idea mucho más clara de cómo está construida la narración.


Salvando las distancias, en alguna medida el personaje me recuerda a Jose Luis de Vilallonga, de quién también leí sus memorias hace tiempo, y que también puedo recomendar.



Links: Al primer libro de Memorias de Vidal, Palimpsesto, en Amazon:


A Ravello en laWikipedia, donde Vidal y otros han tenido su refugio:

1 comentario:

Isabel Barceló Chico dijo...

Suena de lo más interesante. A mí me gusta como escritor Gore Vidal, he disfrutado de algunos de sus libros, pero con esto que relatas de su vida en Roma y su punto de vista entrañable y humorístico, aún me apetece más. Seguramente me animaré a comprarlo. Saludos cordiales.