lunes, 13 de diciembre de 2010

"Un traidor como los nuestros", de John Le Carré





Vuelve el viejo Le Carré en plena forma. Su última novela es una ilustración, tan lúcida como pesimista, sobre las conexiones entre el dinero limpio y el sucio, entre el mundo financiero de la City londinense y las necesidades de blanqueo de las mafias del Este.

Inglaterra está en plena depresión económica. Perry y Gail, una joven y típica pareja inglesa, él académico y ella abogada, deciden disfrutar de unas vacaciones en la isla caribeña de Antigua. Pero "el encanto del lugar empieza a desaparecer cuando Dima, el propietario del complejo turístico donde se hospedan, entra en su vida." 

Dima, mafioso ruso, diestro en el blanqueo de dinero, les pide que actúen como intermediarios con el gobierno británico. Quiere intercambiar asilo político para él y toda su familia a cambio de información sobre el blanqueo de dinero que realizan bancos europeos y está dispuesto a desenmascarar a todos los implicados, sus compañeros mafiosos, banqueros e incluso políticos británicos.

A partir de ahí, asistimos a un proceso tortuoso en el que el autor nos lleva primero por un Londres donde se mezclan las intrigas de los servicios secretos y los intereses económicos y políticos; después a un París en plena final de Roland Garros (la de Federer - Soderling) en el que se produce el contacto entre los distintos actores del drama; y finalmente a la idílica Suiza, primero en el hotel Bellevue de Berna y después en un chalet frente al Eiger donde se producirá el desenlace, en un final que recuerda en parte al de su última novela, "El hombre más buscado". 

Leyendo a Le Carré se aprende siempre. Esta vez, la novela es un curso acelerado de cómo funcionan una parte de las altas finanzas mundiales y de como se entremezclan intereses económicos no siempre claros. Como el autor dice en la entrevista que enlazo después, con una lucidez envidiable para un joven izquierdista a punto de cumplir los 80 años, citando unas palabras de su Smiley: "Ya hemos vencido al comunismo; ahora nos toca lidiar con el capitalismo".

Aunque la primera parte resulta un poco lenta, la novela se va acelerando y al final se hace corta. Para mi gusto, no es la mejor novela de la etapa post-comunista del autor (posiblemente lo sigue siendo "El jardinero fiel"), pero es una gran historia y vale la pena incluirla en el plan infinito. Aunque ya sabéis que mi opinión está sesgada por pertenecer a la categoría de fanáticos de Le Carré. 


Dejo el enlace a una entrevista publicada en El País en septiembre, con motivo de la presentación del libro. Me parece muy interesante.



3 comentarios:

Isabel Barceló Chico dijo...

¡Qué lastima que no hubiera sido al revés: primero lidiar y embridar bien al capitalismo y luego meterse con el comunismo! Seguro que el libro es un dechado de conocimientos y de intriga, como suelen ser todos los de Le Carré. Besos, querido amigo.

Jose Ignacio Escribano dijo...

Lo tengo pendiente como tantos, pero me alegra leer tu opinión porque seguro que merece la pena.
Un saludo

Susana Peiró dijo...

Bueno, bueno, también es una gran noticia saber que nuestro león todavía ruge como en sus mejores tiempos!

Muchas gracias por la recomendaciòn! Un abrazo Querido Amigo!