jueves, 9 de diciembre de 2010

"El paseo", de Robert Walser


Completo la aproximación a Walser con otro de sus títulos más conocidos, "El paseo". Apenas un recorrido leve, un dejarse ir por un paisaje imaginario de un pequeño pueblo de centroeuropa o así. Habría que leerlo como se pasea, como cuando andamos de excursión por un sendero o ciudad, fijando unos segundos la mirada en algún punto que nos llama la atención, pero sin parar demasiado, sólo lo necesario para descansar un poco y tomar fuerzas. Es un paseo delicioso, escrito en la misma onda que el "Jakob von Gunten", desde una lucidez escéptica pero no distante, de una delicadeza extrema. Una miniatura, a mitad camino entre la descripción y el disfrute de la belleza del mundo y la decepción ante las convenciones sociales. 

Hermoso paseo que empieza en la luz y en la esperanza:

"Declaro que una hermosa mañana, ya no sé exactamente a qué hora, como me vino en gana dar un paseo, me planté el sombrero en la cabeza, abandoné el cuarto de los escritos o de los espíritus, y bajé la escalera para salir a buen paso a la calle. Podría añadir que en la escalera me encontré a una mujer que parecía española, peruana o criolla. Mostraba cierta pálida y marchita majestad. Sin embargo, he de prohibirme del modo más estricto detenerme aunque no sean más que dos segundos con esta brasileña o lo que fuere; porque no puedo desperdiciar ni espacio ni tiempo. Hasta donde puedo acordarme hoy, cuando escribo todo esto, me encontraba, al salir a la calle abierta, luminosa y alegre, en un estado de ánimo romántico–extravagante, que me satisfacía profundamente. El mundo matinal que se extendía ante mis ojos me parecía tan bello como si lo viera por primera vez. Todo lo que veía me daba la agradable impresión de cordialidad, bondad y juventud. Olvidé con rapidez que arriba en mi cuarto había estado hacía un momento incubando, sombrío, sobre una hoja de papel en blanco. Toda la tristeza, todo el dolor y todos los graves pensamientos se habían esfumado, aunque aún sentía vivamente delante y detrás de mí el eco de una cierta seriedad. Esperaba con alegre emoción todo lo que pudiera encontrarme o salirme al paso durante el paseo."

Y termina en la tristeza:

"Me había levantado para irme a casa; porque ya era tarde, y todo estaba oscuro."

He encontrado unas reseñas magníficas en la red que diseccionan a fondo el libro. Si os apetece profundizar sobre este paseo de Walser, os las recomiendo.

http://criticaliteraria.wordpress.com/2007/02/21/robert-walser-el-paseo/

http://fwtm.blogspot.com/2005/12/robert-walser.html



1 comentario:

Gonzalo Muro dijo...

Tengo a este autor entre os pendienes de leer y ello pese a que lo he regalado en un par de ocasiones (tanta confianza tengo en él y tan poca en mí).

Tu comentario me ha animado aunque sigo teniendo dudas entre este libro y Jakob von Gunten.

Ya me decidiré.