Hay una ciudad en Europa que a veces es llamada la pequeña Praga. Y es una gran desconocida, por lo menos aquí en España. Es Liubliana, la capital de Eslovenia, una hermosa ciudad llena de edificios modernistas y con un encanto muy especial. Estuvimos allí en primavera, y ahora con tiempo repaso uno de los libros que me traje sobre su arquitectura.
No hay un acuerdo claro sobre el origen de su nombre. Pudo ser una ciudad eslava, Laburus. También puede derivar de la palabra eslava Luba, "amada". Venir del latín, Aluviana, por ciudad inundada frecuentemente. O del alemán, Laubach, por marisma.
En cambio, hay acuerdo sobre una leyenda segun la cual Jasón y sus Argonautas, después de encontrar el Vellocino de oro, para no volver al Mar Egeo, habrían remontado el Danubio, después su afluente el río Sava, hasta llegar a las fuentes del río Ljubljanica, y desde allí llegar al Mar Adriático. Cerca de la actual Liubliana, las argonautas encontraron un gran lago rodeado de una marisma y allí Jasón venció a un dragón. que se ha convertido en el símbolo de la ciudad. Precisamente, la imagen más conocida de Liubliana son los dragones alados que adornan el puente de su mismo nombre, Puente de los Dragones o Zmajski Most.
Liubliana estuvo y está en el camino entre Roma y Bizancio,entre Viena y el Mar Adriático, entre los Balcanes y la Europa Central, y es por tanto, una encrucijada de culturas y caminos. El libro de Hrausky y Kozelj nos explica la transformación urbanística de la ciudad desde los orígenes romanos, como Emona, ciudad instituida por Tiberio; la progresiva transformación en el medievo impulsada por el comercio fluvial; el crecimiento inducido por la cercanía de una Venecia poderosa y barroca; la posterior influencia austríaca, primero de signo clásica e historicista, y después, modernista, de la cual, la arquitectura de Joze Plecnik constituye su mejor muestra; finalmente, tras la absorción por la Yugoslavia de Tito, la presencia de la arquitectura socialista. El libro recoge una buena muestra de los edificios más representativos y es interesante, no sólo para los apasionados de la arquitecura, sino también de la historia. Vuelve a ser una muestra de que cuando se viaja, se pueden encontrar libros que se salgan de la mera mercancía turística y que nos aporten algo más.
La realidad actual, tras la independencia alcanzada es la de una ciudad y un país orgulloso de su historia y de su realidad, que está transformándose rápidamente en una de las economías ricas de Europa. La ciudad, llena de cafés a la orilla del río Saba resulta encantandora y muy amigable. Aunque no es fácil llegar, si podéis escaparos vale la pena.
3 comentarios:
Otro brillante post sobre una ciudad que desconocía y de la que tomo nota. Creo que para los españoles, Centroeuropa nos resulta enormemente desconcida (me refiero a Arte, Literatura, Historia) más allá de las referencias básicas. Y es una lástima porque en ella y de ella surgen muchas de las tendencias del siglo XX.
Así que muy oportuno y acertado tu comentario. Te dejo para visitar el link que nos aportas.
Muy interesante. No conozco nada de la Europa del este y tomaré nota por si algún día tengo la oportunidad. Saludos cordiales.
Enamorado de Praga y de Venecia, te agradezco la información sobre Ljubljana. Espero poder visitarla pronto.
Un saludo
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