No salgo de Suecia. Después de Mankell, ya un clásico, y siguiendo las recomendaciones de varios amigos, leo a Stieg Larsson, y al libro que se ha convertido en uno de los bestsellers del año, "Los hombres que no amaban a las mujeres". Creo que es uno de los ejemplos claros, de que además de la publicidad, el boca a boca sigue siendo una de las mejores vías de transmisión en la venta y lectura de libros. Y la verdad es que la novela se lo merece. Está bien escrita y posee una de las mejores cualidades de cualquier historia, y es que no puedas dejar de leerla hasta el final, que te enganche hasta quitarte el sueño.
Y es que de nuevo aparece, bajo la aparente calma de la idílica Suecia que imaginamos, un país mucho más convulso, corrupto y confuso, que Larsson describe con rapidez y sin ambigüedad, a través de la creación de unos personajes que, de no ser por la temprana muerte del novelista, pasarían a la tradición universal de la novela negra. En particular, el personaje de Lisbeth Salander, la joven superdotada y semiautista, mezcla de marginada y genial, que se convertirá en la clave de una serie de investigaciones apasionantes.
En particular, la trama principal es la historia de la familia Vanger, una saga familiar de ricos industriales suecos, en el que la investigación de la desparición de la joven Harriet cuarenta años atrás, llevará a aflorar viejos episodios de nazismo, asesinatos, perversiones sexuales y otras lindezas. El periodista Mikael Blomkvist, redactor jefe de la revista "Millenium", que da nombre a la saga de tres novelas de la cual esta es la primera, recibe el encargo de investigar la histria de Harriet, y acabará abriendo (y cerrando) la caja de Pandora de la saga familiar. ¿Cuantas familias de bien ocultarán historias de este estilo? ¿No se insinuaban recientemente en alguna biografía oscuras conexiones de alguna familia alemana emparentada con una española, con los nazis?. ¿O todo es literatura?
¿Y Mikael? El gran héroe, Súper Blomkvist, vive buenos momentos en Millennium, con las finanzas de la revista saneadas y reconocimiento profesional por parte de colegas y otros medios. Ahora tiene entre manos un reportaje apasionante sobre el tráfico y la prostitución de mujeres procedentes del Este que le han propuesto una pareja, Dag y Mia.
Las vidas de nuestros dos protagonistas parecen haberse separado por completo, pero entretanto... una muchacha, atada a una cama, soporta un día tras otro las horribles visitas de un ser despreciable y, sin decir palabra, sueña con una cerilla y un bidón de gasolina, con la forma de provocar el fuego que acabe con todo."