No sé si alguien se acuerda de una buena película de la década de los 80, ambientada en la todavía Unión Soviética, "Gorky Park". Estaba protagonizada por un joven William Hurt (por cierto, prácticamente desaparecido desde hace tiempo) en el papel del policía ruso Arcady Renko y por ese grandísimo actor que era Lee Marvin, en el papel de hombre de negocios americano. La película se basaba en una novela del escritor americano Martin Cruz Smith y a mi por lo menos me dejó muy buen sabor de boca.
Ahora, buscando alguna novela en negro ambientada en la Rusia actual, y después de no haberme conseguido enganchar a las historias de
Alexandra Marinina, me he encontrado con esta novela del mismo autor y con la sorpresa de que "Gorky Park" era la primera de una serie basada en el investigador Renko.
"Tiempo de lobos" en la traducción española o "Wolves eat dogs" (Lobos comen perros) en la versión original, es un thriller excelente, que transcurre primero en el actual Moscú de los nuevos millonarios y las empresas vinculadas al antiguo poder político, militar o tecnológico soviético, y después, en el paisaje post-nuclear de Chernobil, 25 años después del accidente. Copio el resumen del editor:
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Pasha Ivanov, uno de los nuevos multimillonarios de Rusia, se ha suicidado –al menos aparentemente– arrojándose desde el décimo piso de su ultramoderna y exclusiva casa de Moscú. Un hombre de mediana edad que lo tenía todo, incluyendo una rubia veinteañera de larguísimas piernas y muchas propiedades. Es difícil pensar en un suicidio, y el salero que llevaba el muerto en la mano añade un detalle intrigante. Arkady Renko, el célebre detective, regresará para resolver su caso más enigmático. Los indicios lo conducirán hasta la Zona de Exclusión, Chérnobil, un mundo fantasmal y radiactivo, habitado sólo por la milicia, traficantes de mercancía robada, unos cuantos científicos temerarios y algunos campesinos ucranianos que prefieren ignorar los altísimos niveles de radiación antes que mudarse."
Nos encontramos con un Renko ya maduro que sigue en su actitud de lobo solitario y rebelde. Después de una primera parte en Moscú, es destinado/castigado a continuar la investigación en el entorno de la nuclear accidentada, y ahí es donde la novela alcanza su mejor nivel. En un escenario de supervivientes, donde apenas quedan antiguos habitantes que se mezclan con científicos, voluntarios y militares, se construye una historia perfectamente resuelta, incluyendo la impactante escena final. Y sorprendentemente, uno de los grandes protagonistas en ese escenario es la naturaleza, la vida que siempre se abre paso. Una nueva fauna salvaje, alentada por la escasa presencia del hombre empieza a adueñarse del lugar y juega su papel en la historia. Aunque los auténticos depredadores casi siempre tienen rostro humano.
Una excelente novela, que en el contexto actual del accidente de Fukushima, resulta aún más apasionante. El autor se ha documentado a fondo sobre los efectos de la radiactividad en el terreno, incluyendo la visita a las instalaciones (Chornobyl, en ucraniano), y también en ese aspecto la novela resulta instructiva. En resumen, un autor y un personaje a recuperar.
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A la página web oficial de Martin Cruz Smith