domingo, 18 de enero de 2009

"Historia de Bulgaria", de R.J. Crampton











"De todas las historias de la Historia
Sin duda la más triste es la de España,

Porque termina mal."



No sé porqué me vinieron los viejos y conocidos versos de Jaime Gil de Biedma a la memoria cuando empecé a escribir esta nota. A lo mejor es porque también la historia de Bulgaria es una historia triste, de un país a medio camino entre el Este y el Oeste, al que aún le falta un esfuerzo de optimismo y confianza en sí mismo para acabar de afianzarse en un futuro prometedor.





Llegué a Bulgaria hace tres años y desde entonces viajo allí regularmente, casi una vez al mes. Pese a la imagen de país feo que se me había anunciado, me encontré con una gente agradable que nos ha hecho fácil lo difícil en todo este tiempo. Y aunque me falta conocer muchos de sus paisajes, y apenas he podido ver los monasterios, hemos descubierto una vez más la vieja regla. Se quiere a una ciudad o a un país en la medida en que se quiere a alguno de sus habitantes. Por todos los amigos que tenemos allí, Bulgaria se ha convertido en un país querido.






Una de las evidencias que nos hemos encontrado es el gran desconocimiento que tenemos todos de la historia y realidad del país. Por eso, si alguien tiene curiosidad por descubrir algo de la compleja realidad nacional búlgara; de los siglos de dominación otomana; del renacimiento nacional en el siglo XIX; de toda la convulsa historia de los Balcanes en el siglo XX que llevó entre otras cosas, a la alineación confusa y poco convencida de los búlgaros con el eje nacional-socialista; de la etapa comunista, con su mezcla de igualitarismo, tiranía y corrupción; y finalmente, de la transición a la democracia y al capitalismo, con todas sus contradicciones, le puedo recomendar el libro de R.J. Crampton, sobre la "Historia de Bulgaria". En la mejor tradición historiográfica anglosajona, que tantas obras maestras ha producido sobre el pasado español, Crampton desvela paso a paso la evolución de la sociedad búlgara y nos trae hasta un presente confuso, esperanzado y lleno de posibilidades.







Ahora que Bulgaria es noticia desde el frío y reviven las complicadas relaciones con Rusia que siempre han jalonado su historia, es buen momento para dejar constancia de la calidez de sus gentes, mezcla curiosa de carácter eslavo y proximidad mediterránea. Y para confiar en que el futuro haga que su historia, como la nuestra, tenga una feliz continuidad.














Y para los lectores menos entusiastas, os recomiendo también otro de los pocos libros en los que Bulgaria tiene un papel importante, "La historiadora", de Elizabeth Kostova, que sin ser ninguna maravilla, revive la historia de Drácula en su contexto geográfico y cultural, y se deja leer con amenidad.




PD: Una de las ciudades más bonitas de Bulgaria es sin duda, Plovdiv, situada en el centro del país. Fue conocida antiguamente como Philippopolis, la ciudad de Filipo, padre de Alejandro Magno, que la conquistó en el 342 a.c. Tiene uno de los teatros romanos mejor conservados que he visto nunca y merece sin duda una visita.







7 comentarios:

Gonzalo Muro dijo...

Es cierto lo que dices. Para el común de los españoles (me incluyo pese a mi afición por los viajes, la historia y la geografía) los países de la Europa del Este son una amalgama confusa en la que apenas podemos descifrar unos cuantos tópicos obviando una riqueza cultural que se remonta a tiempos inmemoriales. Esperemos que los cambios que deben afrontar estos países no supongan la pérdida de su carácter.

Un abrazo.

Susana Peiró dijo...

Bulgaria enamora desde tus fotos y el relato.
Es muy poco lo que llega a este lado del mundo, respecto de este país, un punto turístico exótico y absolutamente nada promocionado.

Gracias por dedicarle una entrada Amigo!

Un abrazo!

Elena dijo...

Veo que compartimos afición por Stieg Larsson, entre otras novelas interesantes que he visto por tu blog. Yo también te he enlazado para poder leerte más a menudo.

Un saludo

Charles de Batz dijo...

Ciertamente nos queda mucho por conocer de todos aquellos paises que en su momento quedaron al otro lado del telón, y ahora asoman a nosotros como los hermanos pobres a lo que miramos con cierta desconfianza. De entre todos ellos, estoy seguro que es a éste, al que tu has dedicado tan acertada anotación uno de los más desconocidos.

Yo mismo reconozco mi ignorancia sobre todo lo que tiene que ver con este país, con su cultura, su literatura especialmente, su grandes personajes y su historia.

Quizá sea esto mismo, como todo lo desconocido, lo que haga que tu propuesta sea más atractiva, y se encienda mi interés por descubrir algo más sobre ese país tan lejano y próximo a la vez.

Salud

JB dijo...

Hola de nuevo!
Me alegra que el blog te vaya tan bien. Voy a retomar el mío, ponerme al día con la blogosfera enlazada. Nos vemos!

Clarice Baricco dijo...

Me acercas a una tierra que no he pisado, pero pareciera que la tocara a través de lo que narras.
Apunto tus sugerencias de libros. Me agrada conocer nuevos títulos y autores.

Un placer conocerte. Gracias.
Seguimos.

Abrazos.

Graciela.

Anónimo dijo...

zdravei!!
mañana me bajo a la libreria de debajo de casa a encargarlo, muchas gracias por la información.
mnogo merçi i dober kasmet, priatel!